Los palestinos no volverán a sentarse a negociar con Israel a menos que el Estado judío detenga la expansión de las colonias en territorio ocupado. Así lo anunció ayer la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), tras la reunión celebrada por su comité ejecutivo en Ramala. Esta decisión deja en suspenso las conversaciones de paz, solo un mes después de su arranque en Washington, y traslada un ultimátum a Estados Unidos, incapaz de convencer al Gobierno de Israel para que extienda la moratoria en los asentamientos.

Aunque la moratoria expiró hace una semana, los palestinos aplazaron la decisión de suspender el diálogo con el fin de dar una última oportunidad a las gestiones diplomáticas. No querían que EEUU les culpase del posible fracaso del proceso de paz, como ya hizo hace una década en Camp David.

Pero de nada han servido las reuniones mantenidas esta semana por el enviado especial de EEUU a la región, George Mitchell, y la Alta Representante de la Política Exterior europea, Catherine Ashton, con los dirigentes israelís. El Gobierno procolono de Binyamin Netanyahu no ha dado su brazo a torcer.

La OLP responsabilizó ayer a Israel de obstruir las negociaciones y aseguró que no volverá a negociar si se continúa construyendo donde debería levantarse el Estado palestino. Israel ni siquiera ha aceptado prolongar unos meses la moratoria para cerrar entre tanto un acuerdo sobre las fronteras.

MAXIMA CONCESION Una vez delineadas, Israel podría construir libremente en los asentamientos llamados a quedar bajo su soberanía y empezar a plantearse cómo desmantelar el resto. "Nadie nos puede acusar de no intentarlo. Esta es la máxima concesión que podíamos hacer", dijo ayer a este corresponsal el dirigente de la OLP, Fayed Sacca.

Tal vez es pronto para dar por muerto este último e incipiente proceso de paz. Pero, de ser así, supondría un gran varapalo para la Administración de Barack Obama, a solo un mes de las elecciones al Congreso y el Senado estadounidenses. Obama ha sido el motor de esta iniciativa. Al menos ha pedido en tres ocasiones a Netanyahu que extienda la moratoria.

¿Qué ha ocurrido de por medio? ¿Cómo un presidente de EEUU puede arriesgar su capital político sin tener garantías de que las conversaciones superarían el escollo de la moratoria el primer mes? ¿Se la ha jugado Netanyahu para quitárselo de enmedio o ha actuado Obama como un perfecto ingenuo?