Los católicos polacos llevaban meses esperando la visita de Benedicto XVI con la esperanza de que anunciara la beatificación de Juan Pablo II, pero ese momento no acaba de llegar, aunque parece que se acerca. Joseph Ratzinger volvió a rezar ayer para que Karol Wojtyla sea elevado a la santidad "en un futuro próximo", y avivó las esperanzas de que el procedimiento se acorte radicalmente. Y lo hizo en su visita más sentimental de todas las previstas en la gira por Polonia: en la pequeña localidad de Wadowice, donde su antecesor nació y vivió hasta los 18 años.

El viaje de Ratzinger por Polonia acabará hoy con una visita al campo de Auschwitz. Después de la fría acogida en su primera etapa en Varsovia, el Papa ha podido constatar el fervor hacia su figura en el sur del país, donde ha recibido el cariño de los católicos con escenas que han llegado a recordar los grandes momentos que vivió Wojtyla.