El nuevo primer ministro de Grecia, el exvicepresidente del BCE Lucas Papademos, tomará posesión de su cargo este viernes y podría nombrar al Gobierno de transición, pese a que anoche la reunión que mantuvo con socialistas y conservadores sobre este asunto acabó sin acuerdo. El nuevo Ejecutivo de unidad se encargará de aplicar las dolorosas medidas de austeridad que exige la Unión Europea al país heleno para darle apoyo económico y evitarle la bancarrota y la salida de la eurozona y dirigirá el país hasta la celebración de elecciones anticipadas, que se celebrarán el próximo 19 de febrero.

Papademos fue nombrado el jueves por el presidente griego, Carolos Papulias, tras el acuerdo alcanzado entre el primer ministro saliente, el socialista Yorgos Papandreu, y el líder de la oposición, el conservador Antonis Samaras, después de tres días de arduas negociaciones. El nuevo primer ministro ha pasado la noche trabajando en su despacho oficial después de reunirse con Papandreu y Samaras para negociar la composición del nuevo Gabinete. Esa reunión a tres bandas acabó, sin embargo, sin acuerdo, según fuentes del Gobierno saliente.

El que fuera vicepresidente del BCE y presidente del Banco Central de Grecia deberá, entre otras cosas, cumplir los requisitos que exige la UE y el FMI para acceder a la ayuda de 130.000 millones de euros, recortar gastos para reducir el déficit, aplicar reformas estructurales, vender empresas públicas o poner freno a la rampante evasión fiscal. Bienvenida de los economistas 'El camino no será fácil pero estoy convencido de que los problemas se resolverán más rápido y con menos costres si hay unidad, comprensión y prudencia', señaló Papademos tras su nombramiento.

El nombramiento de Papademos, de 64 años, ha sido bien recibido por los economistas, que consideran que con él, un economista formado en EEUU y que como presidente del Banco de Grecia ya consiguió enderezar la economía helena, Grecia está en manos seguras que sabrán tomar decisiones duras mejor que los políticos.