La explosión de un paquete bomba en un despacho de abogados de París causó ayer la muerte de una mujer y cinco heridos, uno de ellos grave. Tanto la policía como la fiscalía dijeron desconocer los móviles del atentado, que se produjo en el cuarto piso del número 57 del bulevar de Malesherbes, en el distrito 8º de París. En el primer piso se encuentra el despacho de abogados en el que trabajó el presidente de la República, Nicolas Sarkozy, pero el fiscal descartó que fuera el objetivo.

El paquete contenía dos ingenios explosivos en una cajita de madera, aunque solo estalló uno, cuando la secretaria del despacho de abogados de Catherine Gouet-Jenselme, de 60 años, procedía a abrirlo. El paquete iba dirigido a Gouet-Jenselme y a otro abogado, Olivier Brane, de 58 años, que resultó gravemente herido y fue internado en el hospital de Pitié-Salpetrière.

Fuentes próximas a los abogados destinatarios del paquete manifestaron que ignoraban los motivos del envío, ya que "no se ocupan de asuntos conflictivos, sino más bien de problemas de seguros, de divorcios y de negocios inmobiliarios".

La ministra del Interior, Michèle Alliot-Marie, que se encontraba en Bruselas, regresó con urgencia a París y se desplazó al lugar de la explosión, acompañada del prefecto de la policía de París, Michel Gaudin. "Por el momento, no hay ninguna pista preferente. La investigación está en curso y es pronto para sacar conclusiones", declaró la ministra.

Por su parte, el fiscal de París, Jean-Claude Marin, afirmó que "los móviles de la explosión criminal son, por el momento, totalmente desconocidos". El paquete fue llevado en mano al despacho por un mensajero, que no ha sido identificado, añadió.

BRIGADA ANTITERRORISTA La investigación ha sido encargada a la brigada antiterrorista de la Brigada Criminal, que ha empezado a revisar las cintas de vídeo de las cámaras de vigilancia del inmueble. En el primer piso del edificio se encuentra el despacho de abogados en el que trabajaba como letrado Sarkozy y del que sigue siendo socio. El fiscal, sin embargo, descartó cualquier relación entre el paquete bomba y el gabinete profesional de Sarkozy: "Hay tal distancia entre el gabinete (de los socios de Sarkozy) y el lugar de los hechos que no existe ninguna relación".

En el mismo edificio está también la sede social de la Fundación para la Memoria de la Shoah, pero su presidente, el también abogado Serge Klarsfeld, descartó que el paquete fuera dirigido a la fundación.

La ministra del Interior consideró el ataque un "acto odioso", así como la excandidata socialista Ségolène Royal, que expresó su "horror". El portavoz del Elíseo, David Martinon, habló de acto "espantoso" y "atroz", y dijo que el presidente de la República estaba informado.