Frustración. Frustración. Frustración. Es una palabra que se repite en Kiev, cuatro años después de esa revolución naranja que congregó a miles de ciudadanos durante días, bajo las gélidas temperaturas invernales, en el Maidan, la céntrica plaza de la capital. El resultado del amplio movimiento popular que encabezaron Viktor Yushchenko y Yulia Tymoshenko a finales del 2004 se mide hoy con una parálisis política y el enfrentamiento constante de los dos líderes, el primero en la presidencia y la segunda como primera ministra.

El choque de las dos figuras es otro mantra que se repite. "Los poderes y las obligaciones de ambos siguen sin estar reguladas. Ninguno quiere ceder", según Vira Nanivska, directora de la Academia de Administración Pública. Pero esta no es la única falta de regulación. No hay restricciones a las presiones políticas y del mundo de los negocios sobre el Gobierno; ni los derechos de propiedad ni la libre competencia están regulados por ley, y no hay relación entre crimen y castigo, desgrana Nanivska. En su opinión, el problema "no es la falta de voluntad, es la falta de cultura democrática", y la necesidad de una nueva Constitución. Además, estos meses de parálisis han sido una pérdida de tiempo precioso cuando la crisis se cebaba en Ucrania. Su economía depende en gran parte de la exportación de acero, del que produce 41 millones de toneladas. La crisis global ha reducido estas exportaciones en un 40%, según el propio Gobierno. La grivna, la moneda ucraniana, se ha devaluado. Se teme el retorno obligado de muchos emigrantes, con la reducción de remesas que ello implicaría, a un país que ya tiene un 20% de parados, mientras la inflación está alrededor del 30%.

SUMINISTRO DE GAS Por otra parte, la Comisión Europea ha recibido la comunicación de que Rumanía, Polonia, Hungría y algunos países de los Balcanes han sufrido "irregularidades" en el suministro de gas como consecuencia del contencioso que mantienen Rusia y Ucrania por el precio de este combustible.

La presidencia checa de la Unión Europea (UE) instó ayer a Rusia y Ucrania a resolver cuanto antes su conflicto mientras el consorcio ruso Gazprom acusó a Kiev de robar gas que transita por su territorio destinado a países comunitarios.