El primer ministro francés, Dominique de Villepin, presentó ayer ante la Asamblea Nacional un agresivo plan en favor de la creación de puestos de trabajo, principal eje de la política de su Gobierno y al que destina un presupuesto adicional de 4.500 millones de euros (unos 748.350 millones de pesetas).

Los sindicatos respondieron a los planes gubernamentales con la convocatoria de una "amplia movilización interprofesional" para el 21 de junio. La izquierda y parte de los centristas también criticaron el discurso de investidura de Villepin, intervención que debía responder a las "inquietudes" expresadas por los franceses al rechazar el Tratado constitucional en el referendo del 29 de mayo.

Villepin se declaró dispuesto a "ganar la batalla del empleo" gracias a una mayor "flexibilidad", aunque sin "sacrificar el modelo social".