Nada menos que 37 años después de la desaparición de cuatro franceses en Chile tras el golpe de Estado de Augusto Pinochet, empezó ayer en París el juicio contra 14 altos mandos del régimen. Se trata de un proceso tan histórico como simbólico, ya que se celebra en ausencia de los acusados --en la actualidad tienen entre 59 y 89 años-- y a cuya extradición Chile se niega.

Las familias de las víctimas no han querido renunciar al juicio, en el que el fiscal pide cadena perpetua por presuntas torturas y desapariciones. La acusación señala como principales responsables de las atrocidades a Georges Klein, Alphonse Chanfreu, Jean-Yves Claudet y Etienne Pesle al general Manuel Contreras, fundador de la Dina (policía secreta pinochetista). Claude Klatz, de la Federación Internacional de Derechos Humanos, dice que es el "primer proceso, o el único, que analizará y detallará la represión en Chile".