El Parlamento británico debatirá hoy un proyecto de ley del Gobierno por el que se convocaría un referéndum antes de transferir a la Unión Europea competencias "importantes". La coalición conservadora-liberaldemócrata argumenta que la propuesta en ese sentido, contenida en el proyecto de ley, respetará la soberanía nacional británica. Sin embargo, algunos parlamentarios "tories" se muestran escépticos y argumentan que si se permite al Gobierno decidir qué temas son importantes y necesitan por tanto un referéndum, se erosionará la democracia. El recurso a un referéndum para la aprobación de tratados europeos "significativos" fue mencionado por vez primera por el hoy jefe del Gobierno, David Cameron, en 2009. Cameron descartó entonces la convocatoria de una consulta popular sobre el tratado de Lisboa tras su ratificación por los 27 países miembros de la Unión Europea, decisión que irritó al sector más euroescéptico de su partido, al que se trata de aplacar ahora. La coalición conservadora-liberaldemócrata llegó entonces a la conclusión de que no habría más transferencias de competencias ni de soberanía en el transcurso de esta legislatura. Según el proyecto de ley que se presenta hoy a la Cámara de los Comunes, el Gobierno podría no convocar un referéndum si no considerase "significativa" la transferencia de competencias a la UE, pero cabría la posibilidad de recurrir tal decisión. El ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, defendió la propuesta de la coalición señalando que cuando se convierta en ley, será "la mayor defensa de la democracia nacional" aplicada en cualquier país europeo. Pero la portavoz para Asuntos Exteriores de la oposición laborista, Yvette Cooper, acusó a Hague de "perder el tiempo para contentar a los euroescépticos" de su partido en lugar de centrarse en temas más importantes como el crecimiento económico, las exportaciones o los delitos transfronterizos.