El Parlamento búlgaro ha aceptado este jueves la renuncia del primer ministro, Boiko Borisov, y su gabinete formulada ayer tras varios días de protestas multitudinarias contra la subida de los precios de la luz que degeneraron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

Un total de 209 diputados han votado a favor de la dimisión, mientras que cinco lo han hecho en contra y uno se ha abstenido, según informa la agencia de noticias Sofia.

Borisov dio la sorpresa ayer al anunciar ante el Parlamento su renuncia y la de todo su gabinete. La noticia incluso pilló por sorpresa a algunos de los ministros, que no estaban al tanto de la decisión del jefe de Gobierno, al que se considera una persona muy impulsiva.

El primer ministro saliente aseguró además que su partido, el GERB (centro-derecha), no participará en un Gobierno interino. Las elecciones parlamentarias están previstas inicialmente para el próximo 7 de julio.

Si todos los partidos con representación parlamentaria rechazan nombrar un nuevo gobierno, el presidente del país, Rosen Plevneliev, deberá designar un gobierno interino y luego, mediante un decreto, suspender el Parlamento y convocar elecciones en un plazo no superior a dos meses tras la renuncia del Ejecutivo, explica la agencia búlgara.

Está previsto que Plevneliev hable en las próximas horas sobre la dimisión del Gobierno.