El Parlamento escocés de Holyrood (Edimburgo) aprobó hoy en una votación histórica la ley que regulará la celebración de un referéndum de independencia en Escocia el 18 de septiembre de 2014.

La cámara, dominada por los independentistas de Alex Salmond, votó por unanimidad a favor de la legislación, que sienta las bases de la consulta y confirma la pregunta que se hará a los ciudadanos: "¿Debería Escocia ser un país independiente? Sí o no".

"Podemos estar orgullosos de que hoy pasamos una legislación que pondrá el futuro de Escocia en manos de Escocia", declaró la viceministra principal del Gobierno, Nicola Sturgeon.

"Espero que los escoceses aprovechen esta oportunidad, aprovechen ese futuro y la perspectiva de una mejor Escocia con un clamoroso voto afirmativo el próximo septiembre", agregó la número dos de Salmond.

Pese a las diferencias entre los partidos, los diputados autonómicos pidieron que el debate en los meses venideros se lleve a cabo de forma respetuosa y, en palabras del laborista Malcolm Chisholm -opuesto a la independencia-, sin "ir a la guerra".

"Las dos partes de este debate no son enemigas. Vivimos en el mismo país, compartimos muchos valores", afirmó el parlamentario, que invitó a no arriesgar la pérdida de "amistades" y "relaciones positivas", pues habrá que volver a cooperar en el futuro.

El Parlamento escocés aprobó el pasado 27 de junio la ley que permitirá a los jóvenes de 16 y 17 años votar en el referéndum, en el que podrán participar, además de los escoceses, los británicos y ciudadanos de la Unión Europea (UE) residentes en Escocia, así como los ciudadanos de la Commonwealth que estén registrados en esa comunidad.

También podrán pronunciarse los miembros de la Cámara de los Lores británica que residan en el territorio y militares de las Fuerzas Armadas británicas empadronados en Escocia.

La rebaja de la edad de voto fue uno de los puntos del acuerdo suscrito el año pasado en Edimburgo por Salmond y el primer ministro británico, David Cameron, que sentó las bases para la celebración de la consulta.

La ley aprobada hoy dispone también el gasto que los partidos y otras organizaciones pueden incurrir en la campaña electoral, que empezará 16 semanas antes del plebiscito.

A medida que se acerca la fecha del referéndum, tanto el Gobierno de Edimburgo, integrado por el SNP de Alex Salmond, como el de Londres, así como las campañas a favor y en contra de la independencia, añaden elementos al debate.

Ahora se está a la espera de la publicación por parte del Ejecutivo escocés el 26 de noviembre del llamado Libro Blanco, donde tratará de resolver las dudas de los ciudadanos sobre cómo funcionaria una Escocia independiente.