EL Parlamento Europeo apoyó ayer la creación de una comisión de investigación sobre los supuestos vuelos y cárceles secretas de la CIA en Europa y advirtió de las "gravísimas implicaciones" que tendría para los derechos humanos si su existencia finalmente se confirma. Los detalles técnicos de la comisión serán fijados en una reunión plenaria de la Eurocámara que se celebrará el próximo enero.

La propuesta aprobada apoya una "investigación propia" del Parlamento, "posiblemente a través de una comisión de investigación", que examine si en las operaciones de la CIA también han podido participar ciudadanos de la Unión Europea.

La votación se produjo un día después de que la Conferencia de Presidentes de la Eurocámara (formada por el presidente, Josep Borrell, y los líderes de los diferentes grupos parlamentarios) anunciara la creación de una "comisión temporal" sobre la "presunta utilización de países europeos por parte de la CIA para el transporte y la detención ilegal de prisioneros".

La diferencia entre la "comisión temporal" --como la que se creó para analizar el hundimiento del Prestige -- y la "investigación propia" es que la primera tiene menos capacidad para realizar pesquisas y pedir comparecencias de las personas implicadas en las actividades a investigar.

Además, los eurodiputados instaron al Consejo Europeo reunido en Bruselas a que exija a la actual presidencia británica de la Unión Europea que se ponga en contacto con las autoridades de Estados Unidos para tratar el espinoso asunto.

EXPLICACIONES A STRAW Precisamente, la Cámara de los Comunes pidió ayer nuevas explicaciones al ministro británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw, sobre la presunta utilización de los aeropuertos y el espacio aéreo británico por parte de la CIA. Amnistía Internacional denunció que tres de esos vuelos hicieron escala en el aeropuerto de Glasgow para repostar, de viaje de regreso a Estados Unidos y después de haber transferido detenidos a Jordania y Egipto.