El Parlamento Europeo se pronunció ayer de forma masiva y contundente a favor de la Constitución europea y recomendó encarecidamente su ratificación a los estados miembros de la Unión Europea (UE). La resolución en la que expresa su aprobación del Tratado Constitucional fue adoptada por 500 votos a favor, 137 en contra y 40 abstenciones, lo que supone que el 74% de los 677 eurodiputados presentes dijeron , un porcentaje muchísimo más elevado que el obtenido en las anteriores reformas del Tratado, como la de Amsterdam y la de Niza.

"El resultado de la votación no deja lugar a dudas sobre el apoyo del Parlamento Europeo a la Constitución: tres de cada cuatro eurodiputados han votado a favor", destacó el presidente de la institución, Josep Borrell, al concluir la sesión. El texto constitucional fue respaldado en bloque por los grupos liberal y socialista y por la mayoría de los grupos popular, verde y Unión por la Europa de las Naciones.

En contra votaron la izquierda europea, los soberanistas del grupo Independencia y Democracia, los conservadores británicos, parte de los conservadores de los países del Este, la extrema derecha y los nacionalistas del grupo Verde. Se abstuvieron los conservadores del Este y socialistas franceses.

EL RECHAZO ESPAÑOL Los tres únicos eurodiputados españoles que rechazaron el texto constitucional fueron Bernat Joan (ERC), Raúl Romeva (ICV) y Willy Meyer (IU). Ignasi Guardans (CiU), que se abstuvo cuando se votó la resolución en la comisión parlamentaria, optó ayer por un "sí crítico". Josu Ortuondo (PNV) también votó a favor.

La mayoría de los diputados británicos (59%) votaron en contra. La mayor oposición entre los nuevos miembros se concentró en Polonia y la República Checa: 15 diputados checos votaron en contra y sólo 7 a favor, mientras que 19 diputados polacos votaron en contra, 15 a favor y 19 se abstuvieron. Esto permite anticipar dificultades en la ratificación de la Carta en estos países.

Los eurodiputados opuestos a la Constitución europea enarbolaron pancartas en las que se podía leer: "No en mi nombre" y "La Constitución es la muerte de Europa". Después de la votación, eurodiputados del Este encolerizados cantaron La Internacional fuera del hemiciclo y gritaron: "¡Bruselas-Moscú!", mientras sostenían una pancarta con fotografías de Marx y de Lenin para denunciar que, en su opinión, el proyecto de nueva Constitución europea supondrá la imposición de una nueva dictadura política al estilo soviético.

EUROESCEPTICOS ACTIVOS El presidente de la Eurocámara dijo que esos planteamientos resultaban tan cómicos que no merecían respuesta. Borrell admitió que los opuestos al nuevo proyecto formaban un núcleo cada vez más activo y ruidoso, pero que no dejaban de representar sólo el 20% de los eurodiputados y que además estaban "muy concentrados ideológica y geográficamente".