La mayoría de los grupos políticos del Parlamento Europeo se prepararon ayer para emitir mañana un voto de castigo contra la nueva Comisión Europea, si su presidente, el conservador José Manuel Durao Barroso, no realiza hoy en su intervención ante el pleno alguna concesión significativa contra el polémico candidato a comisario de Justicia, Libertad y Seguridad.

La división interna del grupo liberal hace difícil calibrar si el voto de castigo será suficiente para rechazar al nuevo Ejecutivo o si el equipo de Barroso logrará por escaso margen su ratificación.

Los grupos socialista (200 escaños) y verde (42 escaños) se reunieron ayer en Estrasburgo y anunciaron que votarán contra la ratificación de la nueva Comisión Europea si Barroso insiste en no efectuar cambios en su equipo.

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, reafirmó de nuevo al líder de la delegación española del Grupo Socialista, Enrique Barón, la autorización para votar contra la Comisión Europea.

La reunión del Grupo Liberal (88 escaños), por el contrario, evidenció su división interna y concluyó sin una posición común.