El Congreso del Parlamento, sesión especial de las dos cámaras francesas, aprobó ayer tres modificaciones de la Constitución, entre las que destaca el nuevo estatuto penal del presidente de la República, que podrá ser destituido por una iniciativa parlamentaria "en caso de falta a sus deberes manifiestamente incompatible con el ejercicio de su mandato".

El proyecto confirma la inmunidad del jefe del Estado francés ante durante el ejercicio de sus funciones, pero establece que podrá ser encausado una vez transcurrido un mes del cese de su mandato por hechos ocurridos durante el mismo.