La Cámara Baja (Dáil) del Parlamento irlandés empieza a debatir hoy una propuesta del Gobierno destinada a prescindir del Senado, una medida que podría suponer un ahorro de hasta 20 millones de euros anuales para las arcas del Estado.

La nueva ley será analizada por los diputados durante dos semanas y después pasará a la propia Cámara Alta, que tiene poderes para incluir recomendaciones en el texto pero no para bloquearla aunque su mayoría no está de acuerdo con el documento.

La crisis económica que atraviesa Irlanda ha llevado al Ejecutivo de coalición entre conservadores y laborista a elaborar este proyecto de reforma, al considerar que el Senado, compuesto por 60 escaños, es un foro "irrelevante" en la política del siglo XXI.

Toda vez que el Dáil haya dado su visto bueno a los posibles retoques sugeridos por sus miembros y por los senadores, el documento volverá a manos del Gobierno para presentar un texto definitivo, que deberá ser votado por los diputados antes de ser ratificado en un referéndum previsto para principios del próximo octubre.

La supresión del Senado vendría acompañada de la eliminación de ocho de los 166 escaños del Dáil, cuya nueva composición entraría en vigor después de las próximas elecciones generales, previstas para 2018.