El primer ministro israelí, Ariel Sharon, sufrió ayer una derrota parlamentaria de impredecibles consecuencias. La Kneset (Parlamento israelí) votó en contra (por 53 a 44) del discurso inaugural del curso parlamentario del primer ministro, con lo que, de facto , rechazó el plan de evacuación de los asentamientos de la franja de Gaza y de cuatro colonias de Cisjordania.

La clave de esta derrota la tuvo el Partido Laborista --que, a pesar de la voluntad de su líder, Shimon Peres, de apoyar al Gobierno, votó en contra-- y de los diputados rebeldes del Likud que se oponen al plan de separación de Sharon y que optaron por votar en contra o abstenerse.

La votación del discurso del primer ministro es una muestra simbólica de apoyo o rechazo a sus políticas en esta sesión parlamentaria, y no equivale a una moción de censura. Sin embargo, la derrota sí marca el apoyo con el que cuenta el Gobierno.

Por otro lado, el diario israelí Haaretz publicó ayer que Sharon ha rechazado las recomendaciones militares de poner fin a la operación Días de penitencia en Gaza y ha ordenado seguir adelante.