Diputados del partido oficialista Rusia Unida han presentado este jueves en la Duma, la Cámara baja del Parlamento, un proyecto de ley que permitirá al Gobierno ruso bloquear total o parcialmente redes sociales estadounidenses, como Facebook, YouTube o Twitter, que hayan cerrado cuentas o etiquetado contenidos difundidos por medios de comunicación de este país. Los autores del texto legal aseguran haber recibido innumerables quejas en este sentido de cadenas como RT o Ria Nóvosti, propiedad del Estado ruso, y califican dicho comportamiento de "injustificado".

En agosto, a escasos meses de las elecciones presidenciales en EEUU y en medio de una sonora protesta gubernamental rusa, Twitter comenzó a añadir la aclaración de "medio controlado por el Gobierno" a las difusiones realizadas por las empresas informativas estatales de Rusia. De esta forma, la red social intentaba prevenir a los usuarios de la fiabilidad de lo publicado, habida cuenta la gran cantidad de desinformación que circuló en las redes sociales difundida por entes vinculados a Rusia durante los meses previos a las elecciones del 2016. Además, tras las reprimendas recibidas en Washington durante los últimos cuatro años, los gigantes del sector han incrementado la vigilancia, e infinidad de cuentas falsas vinculadas a la Federación Rusa han sido cerradas en el periodo previo a los comicios presidenciales estadounidenses del 2020.

"La urgencia de adoptar la legislación es debido a los numerosos casos de injustificadas restricciones en el acceso de ciudadanos rusos a la información de los medios rusos por ciertas empresas de internet, incluidas aquellas registradas fuera de Rusia", reza una nota informativa que acompañaba al proyecto de ley. Para que el texto entre en vigor, debe ser debatido y aprobado por ambas cámaras, además de rubricado por el presidente Vladímir Putin.

Y el Kremlin, precisamente, asume muchas de las críticas de los medios estatales rusos. "Ciertamente, existen acciones discriminatorias contra los clientes rusos de estos servicios", ha advertido el portavoz presidencial, Dmitri Peskov, aunque al mismo tiempo ha prevenido a los autores de la ley de que los mecanismos para contrarrestar dichas actuaciones debía ser estudiado de forma cuidadosa.

LA INICIATIVA, DE EXTERIORES O DE LA FISCALÍA GENERAL

Según el texto legal, será el Ministerio de Exteriores o la Fiscalía General los entes que determinarán qué redes se comportan "de forma discriminatoria basada en la nacionalidad, el idioma o en conexión con la introducción de sanciones contra Rusia o sus individuos". Con posterioridad, intervendría Roskomnadzor, el ente estatal que regula las telecomunicaciones, con la autoridad para bloquear "total o parcialmente" a una determinada red social o para imponer una multa que podría ascender hasta tres millones de rublos (unos 33.000 euros)

En este proceso de crecientes restricciones informativas en la Federación Rusa, también se ha sabido la intención de los diputados rusos de debatir la posibilidad de imponer la etiqueta de "agente extranjero" a los corresponsales de medios foráneos acreditados en Moscú, en el caso de que el periodista en cuestión lleve a cabo "actividades incompatibles con su labor profesional". La redacción del texto es laxa y no detalla cuáles son esas actividades que podrían conllevar la clasificación que, en caso de ser impuesta, implica reforzados controles sobre las finanzas y las actuaciones por parte de órganos estatales rusos.