Los parlamentos de Lituania y Letonia han instado a convocar nuevas elecciones en Bielorrusia, para acabar con la ola de protestas desatada en el país a raíz de la reelección del presidente, Alexander Lukashenko, el pasado 9 de agosto.

En un comunicado, los diputados de los dos países han pedido además, a la UE y la OTAN que no reconozcan a Lukashenko como jefe del Estado bielorruso y han solicitado imponer sanciones contra su Gobierno.

Solución pacífica

Ambos países han expresado su preocupación por la situación que atraviesa el país, han solicitado al Gobierno acabar con la violencia contra los manifestantes y poner en libertad de forma "inmediata" a todos los detenidos durante las protestas.

Los presidentes de Letonia y Lituania, Egils Levits y Gitanas Nauseda, respectivamente, se ofrecieron la semana pasada a mediar en Bielorrusia en un intento por estabilizar la situación tras días de fuertes protestas.

"El aislamiento no es un camino que conduzca al desarrollo y la prosperidad de una nación. Estamos dispuestos a ofrecer nuestra participación como intermediarios para lograr una solución pacífica en Bielorrusia y fortalecer su independencia y soberanía", aseguraron.

Ayuda a los bielorrusos

Así, pidieron a las autoridades bielorrusas convocar una "mesa redonda" a nivel nacional para la "reconciliación", con la participación de representantes del Gobierno y de la sociedad civil.

Por otra parte, el Gobierno de Lituania ha anunciado la relajación de sus políticas migratorias para los bielorrusos, que podrán entrar en el país por "motivos humanitarios".

La líder opositora bielorrusa, Svetlana Tijanovskaya, principal rival de Lukashenko en las presidenciales, se encuentra ya en suelo lituano. Tijanovskaya abandonó el país poco después de las elecciones.