El párroco de Sant Onofrio, Franco Fragalà, canceló ayer la procesión de L'Affruntata después de que, el sábado por la noche, un grupo de desconocidos dispararan contra la puerta de la cofradía del Santísimo Rosario.

El ataque fue la respuesta a la prohibición del pastor a miembros de la mafia para portar las imágenes de la Virgen, San Juan y el Cristo, como es tradición en varias localidadades de la región sureña de Calabria, territorio de la 'ndrangheta, según ha publicado hoy el diario La Repubblica.

La costumbre, que representaba "el debut en sociedad" de los portadores, se mantuvo hasta que el año pasado el obispo de Mileto, Luigi Renzo, envió una carta a los párrocos con recomendaciones para alejar de manifestaciones religiosas a personas sujetas a procedimientos penales.