El ruido de sables es ensordecedor entre las filas laboristas. Jeremy Corbyn “no es un líder” y “no conecta lo suficiente para ganar unas elecciones generales”, dijo Angela Eagle en un programa de ITV este domingo en el que explicaba por qué presentará este lunes su candidatura para convertirse en la nueva líder laborista.

Eagle centra la atención de su decisión en la incapacidad de Corbyn, según ella, para poder unir a una formación que se encuentra profundamente dividida. “No sabe conectar con el resto del partido. Ha perdido la confianza de sus compañeros en el Parlamento y realmente creo que debería reconsiderar su posición”, afirmó.

La falta de apoyos dentro de sus propias filas es evidente. Tras perder una moción de confianza por una mayoría aplastante del 80%, numerosos diputados y personas de peso dentro del laborismo han pedido reiteradamente a Corbyn que dimita para evitar una contienda que podría poner en peligro el futuro de la formación.

Sin embargo, el líder laborista se aferra al apoyo abrumador que amasa entre los militantes. Hace 10 meses ganó las elecciones por un 60% de los votos y considera que "sería irresponsable abandonar un mandato que se me ha otorgado”.

Además, desde el referéndum, la formación ha sumado 100.000 nuevos miembros, lo que se ha interpretado como una respuesta desafiante por parte de las bases movilizadas para apoyar al dirigente laborista.

DIVISIONES INTERNAS

Corbyn ha pedido a Eagle que reconsidere su candidatura porque no es momento para divisiones internas sino que esta es “la oportunidad de unirse en contra de los conservadores y ofrecer una alternativa a sus medidas de austeridad”.

La falta de consenso interno se refleja incluso en las discrepancias que han surgido en torno a los requisitos necesarios para presentar una candidatura. El reglamento establece que el candidato necesita el respaldo de 51 diputados para participar en las primarias, algo que Corbyn podría tener difícil de recabar. Pero el dirigente laborista ha declarado que espera que su nombre se incluya en la lista de candidatos porque “las normas del partido determinan que el líder actual, si es desafiado, debe poder presentarse sí o sí”.

APOYO PARLAMENTARIO

En esta semana, el comité nacional ejecutivo se pronunciará sobre si Corbyn necesita o no presentar el apoyo de 51 parlamentarios para unas elecciones primarias que parecen abocadas a una ruptura del partido independientemente del resultado.

Si Corbyn gana, muchos dudan de que pueda crear un grupo en la oposición cuando la mayoría de sus compañeros no le quieren como jefe de la formación, abriendo la puerta a que los parlamentarios rebeldes formen un nuevo partido. Si pierde, o no le dejan que se presente, miles de simpatizantes podrían sentirse traicionados creando un cisma entre las bases y la cúpula del partido.

Len McClusky, secretario general de uno de los sindicatos más influyentes y que siempre ha estado del lado de Corbyn, ya vaticinaba hace unos días las consecuencias de unas elecciones anticipadas que desafiaran al líder laborista. “Estaríamos ante una guerra civil que sería amarga y desagradable y que podría dividir al partido para siempre”.