Bajas temperaturas, cielos grises y lluvia. El parte meteorológico previsto para Irlanda del Norte no ayudará a movilizar hoy al millón de votantes convocados en las urnas, un día en el que, según algunos analistas, el Sinn Féin, el brazo político del IRA, se apuntará una gran victoria.

Las elecciones a la Asamblea autónoma de Belfast debían haberse celebrado en mayo, pero el Gobierno británico las aplazó, confiando en desbloquear la situación política de la provincia. La espera ha sido inútil. El proceso de paz se halla estancado y el Gobierno autónomo sigue suspendido desde hace más de un año. Hay elecciones al fin, pero los 108 candidatos que salgan designados como miembros del Parlamento norirlandés no podrán tomar posesión de su escaño. El Ejecutivo no va a ser restablecido. En lugar de eso habrá que seguir trabajando en la revisión de los Acuerdos de Viernes Santo y deberá comenzar una nueva ronda de negociaciones.

CAMBIO RADICAL La situación roza el absurdo y es susceptible de empeorar si en el sector unionista, Ian Paisley, del Partido Democrático del Ulster, contrario a los Acuerdos de Viernes Santo, ve al fin realizado el sueño de desbancar a David Trimble del Partido de los Unionistas del Ulster. Paisley y los suyos piden que el pacto sea "renegociado", palabra de la que tanto el Gobierno de Londres como el de Dublín no quieren oír hablar.

El problema es todavía más grave, porque Trimble, un negociador incansable que hoy se la juega, tiene dentro de su propio partido dos destacados rebeldes que también rechazan el pacto. En el bando nacionalista, el Sinn Féin de Gerry Adams confía en barrer a los moderados del Partido Social Demócrata Laborista, dirigido por el casi desconocido Mark Durkan.

De confirmarse estas previsiones, el panorama norirlandés cambiaría radicalmente, quedando en manos de los partidos más extremos y disminuyendo así las posibilidades de restaurar la Asamblea durante meses o incluso años. "No hay muchos sitios en el mundo democrático donde 24 horas antes de que abran los colegios electorales, cualquiera de los cuatro principales partidos políticos pueda obtener la mayoría de los escaños", decía ayer un editorial del periódico The Times .

  • Caen los mitos
  • EL PLAN DE PAZ

LLAMAMIENTO DEL ´PREMIER´ El primer ministro del Reino Unido, Tony Blair, lanzó el lunes un llamamiento a la movilización de los electores. "Hemos llegado a un punto en el proceso político de Irlanda del Norte en el que no podemos tomar ninguna decisión más", advirtió.

"Yo no puedo renegociar el acuerdo ni puedo reescribir los términos que se han pactado hasta ahora. La decisión es de la gente de la provincia". "Ellos deben juzgar --declaró Blair-- si Irlanda del Norte es hoy una lugar mejor para vivir que hace 6, 7, o 10 años".