El presidente chino, Hu Jintao, repitió ayer que el conflicto del Tíbet es un asunto interno. "Nuestro conflicto con los seguidores del dalái lama no es un problema étnico, ni religioso, ni de derechos humanos; es solo un problema sobre preservar la unidad nacional o dividir la patria", aseguró al primer ministro australiano Kevin Rudd, según recogió la agencia de noticias Xinhua. Angela Merkel, la cancillera alemana, se mostró ayer contraria al boicot olímpico en una entrevista a un diario alemán, aunque dijo estar dispuesta a reunirse otra vez con el dalái lama. Merkel, que no acudirá a la inauguración de los Juegos Olímpicos, es la líder europea más beligerante con China por su falta de respeto a los derechos humanos.