Hubo malos tratos en Guantánamo. Lo que diferentes organizaciones de derechos humanos llevan años denunciando empieza por fin a cobrar categoría de admisión de errores, un paso inusual dentro de la Administración de Washington. Según avanzó ayer The New York Times, una investigación realizada por el propio Departamento de Defensa concluye que varios prisioneros detenidos en la base en Cuba fueron maltratados o humillados.

La investigación, calificada en el diario neoyorquino como "de alto nivel", ha sido dirigida por el general Randall Schmidt y es la primera dedicada exclusivamente a determinar qué practicas de interrogatorios se utilizaron en el centro de detención en la isla. Esa investigación --cuyas conclusiones no se harán públicas hasta dentro de dos o tres semanas-- se inició tras varias quejas de agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), que fueron quienes denunciaron los abusos.

Los agentes del FBI aseguraban haber visto a mujeres que realizaban interrogatorios apretando los genitales de hombres presos. Los agentes también denunciaban haber visto a detenidos desnudos arrastrados por el suelo durante horas.

Según declaró a The New York Times desde el anonimato una fuente militar, la investigación de Schmidt no ha encontrado pruebas de malos tratos físicos, pero sí plantea interrogantes sobre humillaciones y abuso psicológico.

CADENA DE MANDO No se sabe aún hasta que punto en la cadena de mando se atribuirán las responsabilidades por estos abusos, que también han denunciado recientemente muchos de los presos que estuvieron en Guantánamo y que han sido liberados o trasladados. Hasta ahora --y como han demostrado los últimos informes publicados sobre las torturas en Abú Graib y otros centros de detención-- la política del Ejército es exculpar a los más altos mandos.