A medida que se revelan detalles secretos de la "guerra contra el terror" desencadenada por la Casa Blanca tras el 11-S, más miedo dan los métodos utilizados por el Pentágono y la CIA para combatir el islamismo. Y lo que es peor, esos abusos solo están exacerbando el terrorismo global, igual que la invasión de Irak ha reforzado a Al Qaeda con miles de voluntarios para atentados suicidas. La tragedia iraquí ya demuestra que la guerra es la peor receta contra el terror. Agravarla con torturas y otras violaciones de los derechos humanos es insensato.

*Periodista.