El general retirado Otto Pérez Molina ha sido elegido este lunes próximo presidente de Guatemala al derrotar en los comicios de segunda vuelta al empresario populista Manuel Baldizón, según los resultados oficiales preliminares del Tribunal Supremo Electoral (TSE).

Pérez Molina, de 61 años, candidato del derechista Partido Patriota (PP), ha ganado con 2.239.995 votos, el 54,48%, ha dicho en rueda de prensa la presidenta del TSE, María Eugenia Villagrán, con el 95,96% de los votos escrutados.

Baldizón, del también derechista Libertad Democrática Renovada (Líder) ha obtenido 1.871.897 votos para el 45,52%, ha detallado la magistrada.

Alrededor del 8% del electorado anuló su voto y el 1,33% lo dejó en blanco.

Villagrán ha resaltado que la asistencia a las urnas fue del 58,40% de los más de 7,3 millones de empadronados, con lo que se superó el temor del abstencionismo en inició de la jornada electoral.

La participación en la segunda vuelta, sin embargo, fue menor al 69% del pasado 11 de septiembre.

Con estos resultados, el TSE da ganador al militar retirado de 61 años, que en declaraciones a periodistas también se ha autoproclamado como vencedor.

"Hoy fui electo presidente de todos los guatemaltecos, tengo una tarea muy grande por hacer, yo estoy dispuesto a trabajar por ellos y lo voy a demostrar con acciones", ha dicho a los periodistas.

"Me siento muy contento de haber logrado después de tanto esfuerzo la Presidencia", ha añadido a su arribo a un hotel del sur de la capital donde el TSE tiene su centro de cómputo, acompañado de su familia y líderes de su partido.

El general, que promete "mano dura" contra el crimen organizado, ha agradecido a los más de dos millones de guatemaltecos la confianza que le han depositado y les ha asegurado: "No los voy a defraudar y voy a hacer mi mejor esfuerzo para lograr la paz, la seguridad y crear oportunidades de trabajo".

Ha anunciado que la seguridad y la justicia será la prioridad de su Gobierno de cuatro años que iniciará el 14 de enero del 2012 en sustitución del socialdemócrata Álvaro Colom.

Pérez Molina ha invitado a Baldizón, quien aún no se ha pronunciado respecto al resultado de los comicios, a "trabajar por Guatemala".

"A él le tocó perder en esta oportunidad, es momento de dejar de lado las rencillas políticas y ponernos a trabajar todos juntos por Guatemala", ha manifestado el presidente electo.

Ha agregado que desde mañana comenzará a trabajar para nombrar a su Gabinete y el próximo 14 de noviembre tendrá la primera reunión con los equipos de transición.

El partido de Pérez Molina pasó hoy a la historia al ser el primero en llevar a la vicepresidencia a una mujer, Roxana Baldetti, a la que también le ha dedicado su triunfo.

La elección presidencial estuvo marcada por denuncias mutuas de ambos candidatos sobre la compra de voluntades para que los guatemaltecos les favorecieran con su voto.

Pérez Molina denunció en rueda de prensa, con pruebas en mano, que con el respaldo del Gobierno de Colom, el partido Líder distribuyó bolsas alimentarias y vales canjeables por láminas de zinc si ganaba la Presidencia.

Baldizón también denunció que el PP distribuyó unos 4 millones de vales a potenciales votantes canjeables por productos de labranza y mochilas.

Las fuerzas de seguridad informaron de la captura de unos 106 simpatizantes de ambos partidos por delitos electorales, entre ellos campaña negra, término que hace referencia a los miles de volantes anónimos que fueron lanzados desde vehículos no identificados en diferentes puntos del país, los cuales contenían mensajes en los que ambos aspirantes eran acusados de "corruptos", "ladrones", "asesinos" y "demagogos".

La promesa de "mano dura" en contra del crimen organizado y la violencia ofrecida por Pérez Molina a lo largo de su campaña parece haber cuajado en la mente de los guatemaltecos, que se quejan de los altos índices de criminalidad en el país.

Responder a estas demandas de la población serán los principales retos de este general retirado que se convierte en el séptimo presidente electo de la nueva era democrática instaurada en Guatemala en 1986.

Es también el primer militar que vuelve a la Presidencia de Guatemala, 26 años después de que las Fuerzas Armadas entregaran el poder al civil Vinicio Cerezo el 14 de enero de 1986, al resultar vencedor en las elecciones, tras un largo periodo de regímenes castrenses que se sucedieron en el poder mediante fraudes y golpes de Estado.