"No me siento bien. Estoy preparado para matar a un policía". No hace ni un mes que Jared Lee Loughner escribía estas líneas en su cuenta de Myspace. Como en tantos otros casos, parece que el guión vuelve a repetirse porque las primeras señales de alarma aparecieron incluso meses antes de que el principal sospechoso de la matanza del sábado en Tucson (Arizona) cumpliera sus amenazas e hiciera realidad algunos de sus más perversos sueños.

El acceso a su perfil en Facebook y a su cuenta en MySpace ya está bloqueado por el FBI, pero antes se conocieron algunos detalles interesantes sobre su perfil, y todavía siguen colgados en YouTube algunos vídeos en los que se muestra como un joven desequilibrado y obsesionado, que acusa al Gobierno de intentar controlar las mentes de los ciudadanos y en los que se queja de las tasas de analfabetismo en el distrito de Arizona representado por la congresista Gabrielle Giffords.

No han pasado 48 horas desde su hazaña y ya se conocen sus lecturas favoritas, entre las que no podía faltar el Mein Kampf de Adolf Hitler o El Manifiesto Comunista, o novelas como Matar a un ruiseñor, de Harper Lee; Rebelión en la granja, de George Orwell; o Un mundo feliz, de A. Huxley.

Algunos compañeros cuentan ahora horrorizados que Loughner parecía un tipo "raro", que había sido amonestado varias veces por interrumpir las clases y que llamaba la atención por su comportamiento huraño y solitario. "Cuando escuché su nombre en las noticias no me sorprendió que fuera él", aseguró ayer una amiga en la cadena ABC, mientras que otro alumno contó que se comportaba de forma "salvajemente inapropiada".

Evaluación mental

Según el Arizona Daily Star, hace tres meses la dirección de Pima Community Collegue comunicó a sus padres que el joven de 22 años había sido expulsado del centro y que solo sería readmitido si se sometía antes a una evaluación mental, pero días más tarde abandonó voluntariamente la universidad. "Parecía buena persona. No sé qué diablos pasó con él, pero es evidente que algo pasó en estos meses", afirmó otra de sus amistades. Fuentes de la investigación han revelado que hace un mes acudió a una tienda de Tucson para comprar una Glock 19, una semiautomática de nueve milímetros con la que acabó disparando el sábado a las puertas del supermercado.

El Departamento de Seguridad insinuó ayer que investiga vínculos de Loughner con American Renaissance, un grupo de supremacistas blancos, antiinmigrantes y antisemitas.