Hans Blix. Nacido en Uppsala (Suecia), el jefe del equipo de inspectores de la ONU tiene fama de ser muy discreto y sus detractores temen que sea condescendiente con el régimen de Sadam. Tuvo que admitir que Bagdad logró esconder su programa de armas nucleares cuando él era director de la Agencia Internacional de Energía Atómica. Su nombramiento fue una solución de compromiso, tras rechazar Francia y Rusia al candidato de Washington y Londres.