Todos son británicos, de clase media y muy jóvenes. El perfil de los presuntos terroristas, que pretendían atentar contra 10 aviones usando explosivos camuflados en su equipaje de mano, es idéntico al de los cuatro suicidas que llevaron a cabo los atentados del 7-J en Londres, en los que murieron 52 personas.

Los nombres de 19 de los 24 detenidos por su implicación en la trama terrorista abortada por la policía británica a través de una operación de dimensiones históricas en el Reino Unido, salieron ayer a la luz. Sus identidades se hicieron públicas cuando el Banco de Inglaterra, a petición del Gobierno, congeló sus cuentas bancarias. Una medida puesta en marcha ante la sospecha de que trama hubiera recibido financiación internacional.

El más joven de todos, Abdul Muneem, tiene 17 años, y las edades del resto oscilan entre los 20 y los 35, aunque la mayoría no superan la veintena. Todos vivían en barrios de clase media y población de origen musulmán de Londres, Birmingham y High Wycombe. Sus vecinos se han visto sorprendidos por la noticia.

GUARDIA EN HEATHROW Entre los detenidos identificados hay un bioquímico, un guardia de seguridad del aeropuerto de Heathrow y el hijo de un extrabajador del partido Conservador. Este, Don Stewart-Whyte, se convirtió al islam hace seis meses, según un vecino que explicó que "se dejó la barba, se afeitó la cabeza y empezó a comportarse de una manera extraña".

El también arrestado, Waheed Zaman, un estudiante de bioquímica en una Universidad de Londres, era bastante popular en su comunidad. Su desconsolada hermana Safeena relató a un periódico que a Waheed le encantaba el "pescado con patatas fritas y era seguidor del Liverpool", poniendo de relieve su carácter británico. Además, reveló cómo su hermano quería trabajar en la policía como experto forense y "estaba convencido de la importancia de la integración de nuestra comunidad en el mundo occidental".

Otro de los detenidos, Ibrahim Savant, cambió su nombre, Oliver, cuando se convirtió en un devoto seguidor del islam hace 7 u 8 años. Hijo de un arquitecto iraní y una contable inglesa, sus vecinos, sorprendidos por la detención, le recuerdan como "un chico realmente educado". Su mujer, que también fue detenida, aunque no ha sido oficialmente identificada, está embarazada. Según la CNN, que cita como fuente a un funcionario del Ministerio de Interior británico, la investigación puesta en marcha hace 12 meses en torno a este grupo de sospechosos comenzó gracias a la denuncia de un conocido de uno de ellos. Este musulmán se puso en contacto con la policía después de los atentados del 7-J, ante las sospechas levantadas por su comportamiento y el de sus amistades.

Además, la prensa británica revelaba ayer que un infiltrado de las fuerzas de seguridad siguió los pasos de los sospechosos durante meses, y aportó información muy valiosa sobre sus movimientos. Por otra parte, ayer quedó confirmada la importancia de la conexión paquistaní en la investigación llevada a cabo por los servicios de seguridad británicos. En una rueda de prensa, el ministro de Interior, Jonh Reid, agradeció su colaboración, en varias ocasiones, a las autoridades de este país.

EL DETONANTE La semana pasada, dos ciudadanos británicos, junto a otras cinco personas, fueron detenidos en Pakistán, y la información aportada por estos podría haber sido el detonante de la operación policial. Pakistán dijo ayer tener "indicios" de una posible conexión con Al Qaeda en Afganistán, de la que responsabilizó a "un británico llamado Rashid Rauf". Entre los detenidos en Gran Bretaña figura un tal Tayib Rauf, supuesto líder de la trama.

El ministro de Interior, que eludió en todo momento hacer ninguna referencia al terrorismo islámico, quiso desmentir las informaciones provenientes de EEUU que aseguraban que todavía cinco de los terroristas implicados no habían sido detenidos. Reid explicó que los "principales sospechosos" habían sido arrestados. Durante su comparecencia, Reid mostró cierto malestar por las filtraciones de agentes antiterroristas de EEUU.

Por su parte, el vespertino Evening Standard aseguraba ayer que los terroristas pretendían llevar a cabo su ataque el 16 de agosto y que varios billetes de United Airlines habían sido encontrados en uno de los domicilios registrados por la policía.