Un reportero del diario The New York Times se libró por poco de ser secuestrado cuando cubría la incursión israelí en el campo de refugiados de Rafah, según informó ayer el rotativo. James Bennet, corresponsal en Jerusalén, asegura que estaba hablando por teléfono frente a un hospital de Rafah cuando un palestino se acercó sonriendo y le tendió la mano diciéndole "bienvenido"

Cuando Bennet le estrechó la mano, el mismo palestino y otro hombre le agarraron para hacerle subir a un viejo Mercedes que se acercó en aquel momento con la puerta de atrás abierta, la misma táctica utilizada por los radicales islámicos que secuestraban a extranjeros en el Beirut de los 80.

El secuestro fue abortado cuando los policías que vigilaban el hospital corrieron en ayuda del periodista. Los dos palestinos subieron al coche, que huyó. En los territorios ocupados no se había producido ningún incidente de este tipo desde que, en septiembre del 2000, un periodista del semanario Newsweek fue capturado en Gaza y liberado poco después.