Los severos controles establecidos en los aeropuertos para impedir que un pasajero embarque en un avión con armas u objetos punzantes no consiguen, en numerosas ocasiones, cumplir con su cometido. El rotativo italiano La Repubblica demostró ayer haber burlado, en dos ocasiones y con pocas horas de diferencia, los controles de seguridad del aeropuerto romano de Fiumicino y del aeródromo milanés de Linate, donde uno de sus periodistas embarcó con un cuchillo.

Se trata de un arma japonesa, de hoja de cerámica, un material que pasa inadvertido en los detectores de metal y que se puede comprar en cualquier tienda especializada. Tiene ocho centímetros y es "afilada como una cuchilla de afeitar", tal y como aseguraba el autor del artículo, Massimo Lugli. El periodista se colocó el arma en la cintura del pantalón.

SIN PROBLEMAS Pese a que los sensores de los detectores de metales sonaron varias veces, pese a que el periodista fue cacheado, y pese a que fue obligado a levantarse la camiseta para enseñar el cinturón, el autor del reportaje logró pasar sin problemas los controles de seguridad de ambos aeródromos italianos. Según el reportero, al pasar por el detector de metales del aeropuerto de Fiumicino, la máquina sonó, quizás por "la alianza en el dedo" o "quizás por el reloj en metal". Pero lo que sí es seguro es "que no era el puñal" lo que provocó el sonido en los detectores de metales.

La situación se repitió en el aeropuerto de Linate, aunque los agentes de seguridad le pidieron que mostrara la hebilla de su cinturón. "El arma es totalmente visible, pero nadie me miró la espalda", señaló.

El Ente Nacional para la Aviación Civil (ENAC) ha abierto una investigación, aunque su máximo responsable, Vito Riggio, argumentó que es muy difícil advertir este tipo de armas de hoja de cerámica y que "solo se detectan con un registro personal".