Michel Temer, de 75 años, asume la presidencia de la mayor democracia de América Latina sin haber recibido un solo voto. Curiosamente, se trata del tercer político del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB) que llega a ejercer el cargo de jede del Estado sin haber pasado por las urnas.

Un dudoso mérito del considerado como el "partido bisagra" de la política de Brasil, un gran fuerza política con toques caciquistas que nadie sabe muy bien a qué ideología responde.

Conocido por su carácter tranquilo y calculador, Temer siempre ha sido una persona gris, ese tipo de dirigentes que prefieren mantenerse en segundo plano. Hijo de una acomodada familia libanesa instalada en el interior de Sao Paulo en 1920, es padre de cinco hijos y está casado en terceras nupcias con un exreina de la belleza 43 años más joven.

Estudió Derecho en la prestigiosa Universidad de Sao Paulo (USP) y se doctoró en Derecho Público. En esos años publicó un auténtico best-seller en las facultades de Derecho de todo el país:'“Elementos del Derecho Constitucional'. No es el único libro en su haber. Ha editado uno de poemas propios, género literario que le apasiona.

GIRO NEOLIBERAL

Entre las reformas “bombásticas” - como las califica la prensa de Brasil- que piensa poner en marcha se incluye reducir el número de ministerios para ahorrar gastos y una profunda reforma tributaria.

Según explicó a EL PERIÓDICO el profesor de Economía de la Universidad de Campinas, Guilherme Mello, “el Gobierno Temer iniciará un decidido giro neoliberal que incluirá importantes privatizaciones en todos los sectores y una pérdida importante de derechos laborales”.