Todas las personas, eclesiásticas o seglares, que participen en las tareas auxiliares del cónclave prestarán juramento el viernes para mantener el secreto sobre lo que "atañe directa o indirectamente a las votaciones y los escrutinios para la elección del pontífice", según fija el artículo 46 de la Constitución que regula este proceso.

Las personas que deberán jurar, bajo penas espirituales y canónicas, son: el secretario del colegio cardenalicio, el maestro de ceremonias, dos ayudantes de ceremonia, dos religiosos de la sacristía apostólica, el secretario del cardenal decano, el médico y su ayudante.

También los confesores y todo el personal que intervenga en las labores de cocina, limpieza y servicios técnicos; los chóferes que transportarán a los cardenales desde la residencia Santa Marta a la Capilla Sixtina, los porteros y ascensoristas, y los curas asistentes de algunos cardenales. El juramento, que incluye no usar ni grabadoras ni vídeos, lo harán ante el cardenal camarlengo.