El dictador chileno Augusto Pinochet, de 91 años, se encuentra "estabilizado pero con riesgo vital", según han informado los médicos que le atienden en el Hospital Militar de Santiago, donde ha sido ingresado esta madrugada tras sufrir un infarto de miocardio y un edema cerebral en su residencia privada del barrio más acomodado de Santiago, La Dehesa.

El general Guillermo Garín, portavoz de la familia, ha asegurado que ha recibido la extremaunción. Pinochet dirigió Chile de manera dictatorial durante 17 años después de haber tomado el poder por la fuerza el 11 de septiembre de 1973, durante el mandato del socialista Salvador Allende.

"Se encuentra en condiciones estables pero grave", ha dicho el doctor Juan Ignacio Vergara, uno de los médicos que ha atendido a Pinochet en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital. Ha explicado que "se ha logrado estabilizar el funcionamiento del corazón", aunque ha admitido: "Sin duda, un infarto al miocardio es siempre de riesgo vital, sobre todo para una persona de su edad".

En cuanto a la posible recuperación, Vergara ha dicho que "puede mejorar", pero ha recordado que en los casos de infarto las evoluciones posteriores "en general son muy inestables". Ha asegurado que la de hoy es la condición más grave que ha presentado Pinochet de todas las veces que ha estado ingresado en el hospital, que han sido varias en los últimos años, generalmente por microinfartos cerebrales o por descompensaciones derivadas de la diabetes que lo afecta.

El menor de los hijos varones de Pinochet, Marco Antonio, ha confirmado que su padre está "muy grave y en las manos de Dios", ha reconocido que nunca antes había llegado a tan mal estado de salud, y que su madre, Lucía Hiriart, se encuentra "tremendamente afectada."

Augusto Pinochet Ugarte sufre de más de 12 dolencias, entre las que se cuentan diabetes, hipertensión arterial y la demencia subcortical leve a moderada que le ha permitido sortear con éxito los numerosos casos judiciales a los que se ha visto enfrentado por acusaciones de violaciones a los derechos humanos. En el hospital ha recibido la visita de su esposa y sus cinco hijos, Augusto, Jacqueline, Verónica, Lucía y el citado Marco Antonio, además de algunos nietos, antiguos colaboradores y allegados.

El pasado 25 de noviembre, durante su 91° cumpleaños, Pinochet difundió una carta pública que fue leída por su esposa, en la que asumió la "responsabilidad política" de sus actos, pero reiteró que todo lo hizo "por amor a la patria". "Hoy cerca del final de mis días quiero manifestar que no guardo rencor a nadie, que amo a mi patria por encima de todo y que asumo la responsabilidad política de todo lo obrado", afirmó Pinochet a través de la carta.

Cuando ha sufrido el ataque, Pinochet se encontraba en su mansión bajo arresto domiciliario por orden del juez que investiga la detención, secuestro y desaparición de dos escoltas del derrocado presidente Salvador Allende, incluidas en el caso caravana de la muerte, la comitiva militar que en 1973 ejecutó a 75 opositores políticos en un recorrido por varias ciudades chilenas.