Las operaciones militares de Francia y EEUU para rescatar a ciudadanos de estos países secuestrados por los piratas somalís --y que acabaron con la muerte de cinco de los secuestradores-- no han servido para disuadir ni atemorizar a los corsarios, que ayer se apoderaron de otros dos buques y atacaron un tercero en el Cuerno de Africa.

El primero de los barcos secuestrados ayer fue un carguero griego, el Irene E.M. , con 22 tripulantes filipinos a bordo, que navegaba por el golfo de Adén. Poco antes, un barco de guerra portugués, el NRP Corte-Real , que patrullaba por la zona, recibió una señal de socorro del carguero griego, pero nada pudo hacer para evitar el abordaje. "Solo pasaron tres minutos desde que se recibió la señal hasta que se produjo el secuestro", explicó el teniente coronel de la OTAN, Alexandre Fernandes, al mando del barco portugués. "Atacaron de noche, lo cual es muy poco habitual. Utilizaron la luz de la luna, que es bastante brillante", añadió. Pocas horas después, el Sea Horse , un carguero libanés con bandera de Togo, fue apresado a unas 77 millas náuticas de de Somalia.