Los terroristas marroquíes que fueron detenidos ayer en la provincia de Milán tenían como objetivo atentar durante las Navidades en la Plaza del Duomo, entre otros lugares, informan hoy los medios locales. La información procede de conversaciones telefónicas interceptadas por la policía y que mantuvieron los detenidos, Rachid Ilhami de 42 años y Abdelkader Ghaffir, de 31. Ambos acusados de terrorismo internacional, frecuentaban el centro islámico "Pace" de Macherio en la provincia de Milán y tenían residencia italiana. Además hay otras 10 personas investigadas.

Los marroquíes pretendían llevar a cabo ataques en el Duomo de Milán, edificios militares y civiles, como los cuarteles del Ejército de Perruccheti y de los Carabineros de Giusano, un aparcamiento y el bar "Mistral" de Seregno, todos ellos en la provincia milanesa.

Los detenidos quería atentar en Italia porque, según decían, "no hace falta ir a Afganistán para sentirse de Al Qaeda, podemos combatir aquí". La conversación sobre la voladura del Duomo la mantuvieron el 16 de octubre pasado por la noche y en ella Abdelkader decía a Rachid que en el Duomo en Navidad "puedes hacer explotar a la gente que encuentras delante. ¿Has entendido?". Cuando trataban de si era mejor la bencina o el metano para fabricar la bomba, Abdelkader sentenció: "Sirve la bomba de gas. Una vez que te estampes contra el muro, explota todo".

El Duomo de Milán alberga una de las catedrales góticas más grandes del mundo y es centro turístico por excelencia en el norte de Italia. La detención de los marroquíes, cuya planificación de atentados estaba muy avanzada, pero aún no había entrado en su fase operativa, ha causado honda preocupación en las filas del Gobierno.

El Ministro de Interior, Roberto Maroni, ha expresado "preocupación por esta situación novísima" y ha garantizado una atención a la seguridad altísima. Los marroquíes estaban ya preparando artefactos explosivos artesanales con botellas de oxígeno, gracias a manuales descargados de páginas de Internet en los que también se empapaban de vídeos sobre la yihad. Incluso habían calculado el impacto de un camión bomba, asegura la policía.

Los dos marroquíes también realizaban actividades de proselitismo extremista e intentaban reclutar a otros ciudadanos islámicos para que se unieran a la célula.