Asif Alí Zardari es uno de los personajes más controvertidos de Pakistán. Y en un país con una historia tan convulsa como este, ya es mucho decir. El viudo de Benazir Bhutto ha pasado 11 años en la cárcel, acusado de corrupción y asesinato. El siempre ha negado los cargos y los ha atribuido a maquinaciones de sus enemigos políticos.

La carrera política de Zardari creció a la sombra de Bhutto. Conocido en su país sobre todo por sus problemas con la justicia, ha mantenido un perfil más bien bajo fuera de Pakistán. Pero ahora todo ha cambiado. Zardari se ha convertido en el jefe del Estado de la única potencia nuclear musulmana.

Hombre de negocios

El flamante mandatario nació hace 52 años en el seno de una familia de terratenientes de Nawabshah, en la provincia sureña de Sind. Pasó por los mejores colegios, aunque dejó los estudios tras acabar la enseñanza secundaria para convertirse en un rico hombre de negocios. En su juventud se ganó la fama de playboy . Sus amigos recuerdan que tenía una discoteca en su casa. Una de sus aficiones es el polo, deporte que no puede practicar porque sufre una dolencia en la columna vertebral. También tiene diabetes.

La vida de Zardari cambió cuando en 1987 se casó con la carismática Benazir Bhutto, ya entonces una destacada figura política del país. No fue un matrimonio por amor, sino de conveniencia. De hecho solo convivieron cinco años. Meses después de la boda, Bhutto se convirtió en la primera mujer en asumir el cargo de primera ministra de Pakistán. Discreto, Zardari supo sacar partido de la posición de su esposa, a la que siempre se mantuvo fiel políticamente. En esta época empezó a fraguarse su leyenda negra.

En 1990, tras caer el primer Gobierno de Bhutto, Zardari fue acusado de fraude bancario y extorsión por adosar un explosivo en la pierna de un hombre que le debía dinero. Le cayeron tres años de cárcel. Al frente del Gobierno estaba Nauaz Sharif, rival de Benazir Bhutto.

Amnistiado y ministro

Salió de la cárcel en 1993, cuando su mujer ocupó por segunda vez la jefatura del Gobierno. Bhutto decretó una amnistía y lo nombró ministro de Finanzas. En esta cartera se ganó el apelativo de señor 10% , por sus supuestos cobros de comisiones en operaciones económicas.

En 1996, el Ejecutivo volvió a cambiar de manos, y Zardari, a sentarse en el banquillo. Esta vez por corrupción y por estar supuestamente implicado en el asesinato de Mir Murtaza Bhutto, hermano de Benazir. En 1999 fue condenado a cinco años por blanqueo de dinero.

En el 2004 salió en libertad bajo fianza y se exilió. El matrimonio regresó a Pakistán en el 2007. El asesinato de Benazir Bhutto, el 27 de diciembre, aupó a Zardari al frente del PPK y, de ahí, a la presidencia.