La ministra francesa de Exteriores, Michèle Alliot-Marie, para quien la oposición de izquierdas pide la dimisión por haber utilizado un avión privado de un empresario próximo al depuesto presidente tunecino Zine el-Abidine Ben Alí, ha reconocido este lunes su error y ha prometido que no volverá a aceptar favores de particulares. La ministra ha rechazado presentar su dimisión.

En una entrevista a la emisora de radio Europe 1, la ministra ha señalado, en su defensa, que el uso privado que hizo de un avión del empresario Aziz Miled durante las vacaciones de fin de año en Túnez --cuando los tunecinos ya habían iniciado las protestas contra el régimen-- no le había costado nada ni al contribuyente tunecino ni al francés. Sin embargo, Alliot-Marie ha reconocido que esta actitud no ha sido bien vista por la población y ha asegurado que mientras sea ministra "descarta volver a subir a un avión privado".

"COMO AMIGA"

En otra entrevista, esta vez en Le Parisien, la jefa de la diplomacia francesa afirma que era la primera vez que subía al avión de Miled, a quien describe como un antiguo amigo y rechaza el vínculo de este con el derrocado presidente tunecino. Alliot-Marie reitera que Miled le invitó como "amiga", no como ministra de Exteriores.

También ha explicado que durante sus vacaciones en Túnez, donde utilizó dos veces el avión del empresario, "nadie había percibido la amplitud y el carácter irreversible" de las protestas que condujeron a la huida del presidente. La excandidata socialista a la presidencia de Francia Ségolène Royal ha calificado de "mentiras" las explicaciones de la ministra y ha denunciado que este asunto supone "un nuevo golpe a la credibilidad de la diplomacia francesa". "La imagen de Francia en el extranjero está muy afectada, totalmente desacreditada por estas repetidas peripecias, por esta connivencia entre el poder del dinero y el poder político", ha añadido.