El Reino Unido se está jugando su reputación internacional en el Gran hermano VIP . Eso es al menos lo que cree Gordon Brown, el futuro primer ministro británico, y buena parte de la clase política del país. Desbordado por las acusaciones de racismo en el reality show , Brown, que ayer estaba en Bombay, sugirió a sus compatriotas que castiguen a los protagonistas de los abusos verbales contra la actriz india Shilpa Shetty, que buena parte de la opinión pública y la prensa consideran racistas.

"Espero que la gente vote por la tolerancia", dijo el ministro de Finanzas horas antes de que los británicos decidieran quién es el siguiente concursante que ha de ser expulsado. "Estoy aquí en Bollywood representando a Gran Bretaña y he sido tratado con respeto. Shilpa está en Gran Bretaña, representando a Bollywood y debe ser tratada con respeto", afirmó Brown, cuya agenda política y económica durante la gira por el país asiático ha quedado completamente eclipsada por las incidencias del show .

TEMOR A INCIDENTES Channel 4, responsable del programa, prohibió la presencia anoche de público, a la salida de la casa, temiendo algún incidente. Todos los pronósticos señalaban a Jade Goody, la principal acosadora de Shetty, como la concursante eliminada. Convertida en algo similar a una criminal de guerra , Goody ha sido tachada por la prensa popular de "desgracia nacional" por haber provocado "una crisis mundial". "Expulsemos a la cara del odio", clamaba en portada el diario The Sun .

Su último insulto fue algo tan infantil como llamar a su compañera Shilpa Poppadum (el nombre de los panes indios), aunque después le pidió perdón y negó cualquier intención racista.

La discusión de si lo que ocurre en el show es o no racismo sigue dividiendo a la opinión pública. "Las peleas domesticas parecen ser más sobre clase social y envidia que sobre raza. Los que insisten en que esos incidentes deben ser interpretados como un signo de la intolerancia británica revelan sus propios prejuicios", decía el comentarista Mick Hume en The Independent .

Las quejas recibidas por el Ofcom, el organismo que regula los contenidos en televisión, se elevan ya a 36.000. Channel 4 trató de suavizar la situación, anunciando que los beneficios de las llamadas de anoche se donarán a entidades caritativas.