La policía iraní y la milicia islamista de los Basij se enfrentaron ayer de nuevo con varios centenares de opositores que intentaron manifestarse en Teherán y detuvieron a decenas de personas. "Hay cientos de policías antidisturbios y agentes de paisano y están golpeando a los manifestantes", explicó un testigo.

La manifestación había sido convocada por el Movimiento Verde al cumplirse los 30 días del asesinato de Neda Aghasoltan, la joven que murió alcanzada por una bala durante las protestas que se desataron tras las elecciones del pasado 12 de junio, que revalidaron al presidente Mahmud Ahmadineyad, frente al candidato reformista Mirosein Musavi, en un escrutinio que la oposición considera fraudulento. Los principales incidentes se produjeron ayer en la plaza Hafte Tir. Los manifestantes gritaron eslóganes como "Ahmadineyad, dimite" y "Muerte a los dictadores". "La policía está cogiendo a docenas de manifestantes, los colocan en coches y se los llevan", explicó otro testigo.

Esta nueva confrontación se produjo cuatro días después de que el pasado viernes se reanudaran, por primera vez en varias semanas, las protestas, después de que el expresidente Akbar Hashemi Rafsanjani (principal aliado de Musavi) cuestionara en un sermón el resultado electoral, poniendo de manifiesto la fractura en el régimen. El lunes, el expresidente Mohamed Jatami exigió la celebración de un referendo para dilucidar "la legitimidad de Ahmadineyad".

PLAZAS TOMADAS Desde primera hora de la tarde, la policía había tomado ayer literalmente las principales plazas de Teherán, como la mencionada de Hafte Tir, pero también las de Vali Asar, la de Enghelab, o la de Bagarestan. Tras la confrontación, cientos de policías y de Basij seguían desplegados anoche en un intento de impedir cualquier otra protesta. Paralelamente a las manifestaciones, el movimiento opositor había pedido a la población que pusiera en marcha todos los aparatos eléctricos a las nueve de la noche con el fin de sobrecargar la red y provocar un apagón, en señal de protesta. Sin embargo, el apagón no llegó a producirse.

NERVIOSISMO Mientras, el nerviosismo desatado ante la evidencia de fisuras en el régimen teocrático es cada vez más evidente. Keyhan (El Universo), un periódico conservador de la línea dura, acusó ayer a Jatami de seguir las instrucciones de las autoridades estadounidenses al proponer un referendo sobre la legitimidad de Ahmadineyad. El director del rotativo, Hosein Shariatmadari, considerado la voz del líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jameni, sostiene que "los que afirman ser partidarios de las reformas han negado siempre sus lazos con el extranjero. Sin embargo, no se les ha visto ningún gesto o postura que no haya sido propuesto con anterioridad por los medios o las autoridades estadounidenses".