La policía iraquí capturó a un dirigente de la red terrorista Al Qaeda en la provincia de Nínive (norte del país) mientras que anunció el descubrimiento de 14 cadáveres sin identificar en las calles de Bagdad, según fuentes policiales.

El general Abdelkarim Yaburi, director de operaciones de la policía de Nínive, explicó hoy a Efe que el dirigente de Al Qaeda, Rakan Abu Saleh, fue arrestado junto a cinco ayudantes en una gran operación lanzada por fuerzas iraquíes al oeste de Mosul, 400 kilómetros al norte de Bagdad.

En esa ofensiva, las tropas asaltaron un refugio de insurgentes de Al Qaeda en el que estaban atrincherados los supuestos terroristas.

Abu Saleh, que pertenece a la organización Estado Islámico de Irak (en la que está englobada Al Qaeda), está acusado de participar en la concepción de varios ataques terroristas, entre ellos una serie de atentados suicidas en Tel Afar, donde han muerto cientos de personas en los últimos meses.

Por otro lado, la policía informó del hallazgo a última hora de ayer de 14 cadáveres en las calles de la capital.

Los cadáveres, que todavía tienen que ser identificados, presentan signos de tortura y tienen los ojos vendados y las manos atadas.