La Policía cargó hoy contra cientos de estudiantes radicales en la Mezquita Roja de Islamabad, después de que estos impidieran la celebración de las oraciones en el centro, abierto por vez primera tras el asalto del Ejército.

Los estudiantes, seguidores del clérigo radical Rashid Ghazi -que pereció en el asalto militar del pasado día 11-, impidieron que el nuevo líder nombrado por el Gobierno, Ashfaq Ahmed, iniciara las oraciones del viernes, informó una fuente oficial. Acompañados por familiares de los estudiantes que continúan desaparecidos tras el asalto, en el que se calcula que murieron al menos 100 personas, los estudiantes entonaron cánticos contra el presidente, el general Pervez Musharraf.

La Policía, que había permanecido impasible en el exterior del recinto al inicio de las protestas, empezó a lanzar gases lacrimógenos al escuchar a los estudiantes decir por los altavoces que habían tomado el control de la mezquita y que no permitirían la vuelta del Gobierno.

Los estudiantes también reclamaron por los altavoces la entrega de los cuerpos de la madre y el hijo de Ghazi -cuyos cadáveres el Gobierno dice ser incapaz de identificar- así como la liberación de su hermano, Abdul Aziz, que se encuentra detenido y afronta una acusación por terrorismo.

Aziz, el principal dirigente del centro, había sido capturado el pasado 6 de julio, cuando intentaba escapar de la mezquita oculto bajo un "burqa", unos días antes del comienzo del asalto contra la mezquita y las escuelas coránicas asociadas, en las que se habían atrincherado extremistas armados.

Tras ser expulsado del centro religioso, Ashfaq Ahmed dijo a los medios que había rechazado el encargo de ser líder de las oraciones en la Mezquita Roja y que el Gobierno le había asegurado que estas tendrían lugar en un ambiente pacífico. "Jamás lideraré las oraciones en la Mezquita Roja, después de haber experimentado la peor humillación de mi vida de manos de los estudiantes", declaró hoy.

Los estudiantes, no contentos con haber tomado el control del centro, comenzaron a repintar los muros del edificio con el color por el que era conocido, el rojo, pese a que tras el asalto la administración había pintado el edificio con tonalidades blanquecinas. Además, los estudiantes se encaramaron al techo del centro religioso, donde izaron banderas con eslóganes a favor de la "yihad" ("guerra santa").

"Musharraf es un perro", "Matad al perro" o "Abajo el dictador" fueron algunos de los gritos proferidos por los enfadados estudiantes, mucho más favorables a Rashid Ghazi: "Ghazi, tu sangre llevará a la revolución" o "Vengaremos tu muerte", clamaron.