Las fuerzas antiterroristas británicas volvieron a disparar ayer contra un sospechoso en Londres. En una aparatosa operación en la que participaron más de 250 agentes, un hombre de 23 años, cuya identidad no ha sido facilitada, resultó herido de bala en un hombro. El incidente, en el que también fue detenido otro individuo de 20 años, tuvo lugar durante el registro de una vivienda en Forest Gate, un barrio al este de Londres, donde viven un gran número de familias de Bangladés y Pakistán.

La policía no había facilitado anoche la identidad de los arrestados, pero los medios de comunicación británicos aseguran que ambos son bangladesís. Los servicios de seguridad sospechaban que en la vivienda registrada se podía estar fabricando algún tipo de armamento químico o biológico. Los agentes que irrumpieron en el edificio a las cuatro de la madrugada llevaban trajes de protección especiales contra sustancias tóxicas.

En la casa estaban presentes otras personas que fueron desalojadas, pero no detenidas. Peter Clarke, jefe de la división antiterrorista de Scotland Yard, señaló que la operación se había llevado a cabo como consecuencia de información "específica de los servicios secretos" que, al parecer, llevaban largo tiempo vigilando el lugar.

DISIPAR POSIBLES AMENAZAS "La operación que planeamos respondía a informaciones específicas de los servicios de inteligencia. Queríamos disipar cualquier amenaza pública, ya fuera de armas de fuego o de sustancias peligrosas", indicó Clarke. El registro de la casa, en Lansdown Road, cuya entrada ha quedado protegida de miradas indiscretas por una tienda blanca y amarilla, durará aún varios días.

Hasta ayer a última hora no había constancia de que los agentes hubieran encontrado ningún material sospechoso. La comisión de Quejas de la Policía (IPCC) ha abierto una investigación para determinar las circunstancias en que uno de los detenidos recibió un disparo.

EL CASO DE MENEZES En la mente de todos estaba el recuerdo de lo ocurrido hace casi un año con el brasileño Jean-Charles de Menezes. Dos agentes de la Comisión se personaron en el lugar, mientras un equipo de forense recopilaba pruebas. "El examen de las armas de fuego de los oficiales confirma que fue realizado un solo disparo en circunstancias que se están investigando", declaró Deborah Glass de la IPCC. Las autoridades de aviación civil han establecido una zona de exclusión del espacio aéreo en el este de la capital británica durante cuatro días.