La policía ha interrogado a Tony Blair por tercera vez en la investigación sobre la posible concesión de honores a cambio de donativos al Partido Laborista. Ayer se supo del interrogatorio, aunque pudo haberse celebrado la pasada semana. Blair fue al parecer interrogado, como en ocasiones anteriores, en calidad de testigo, aunque la policía no ha dado detalles.

En Downing Street, el nuevo equipo gubernamental se lavó también las manos. "No soy el portavoz del anterior primer ministro; no tengo nada que decir", afirmó el nuevo jefe de prensa. El portavoz de Blair tampoco hizo comentarios. El exprimer ministro pasó el primer día liberado del cargo en su casa familiar del norte de Inglaterra, trabajando sobre su nuevo papel como enviado especial para Oriente Próximo.

La revelación sobre el escándalo de honores a cambio de dinero es una advertencia de que el asunto no está cerrado y puede afectar a su legado. En abril, la policía envió a la fiscalía un dosier de 216 páginas recomendando el procesamiento de las tres personas más directamente implicadas. Los posibles demandados serían el recaudador del partido, Lord Levy, la ayudante de Blair, Ruth Turner, y el millonario y mecenas laborista Christopher Evans. Este mes la fiscalía pidió a la policía que llevara a cabo nuevas investigaciones.