La policía mexicana ha rescatado hoy a 107 personas, la mayoría indígenas, que eran sometidas a una explotación laboral de 16 horas diarias en un centro de rehabilitación de alcohólicos y drogadictos, según han informado hoy fuentes oficiales.

Los agentes han detenido a 23 miembros de la banda a los que se les ha acusado del delito de tráfico de personas. Los arrestados operaban en la zona de Iztapalapa.

La Procuraduría de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) ha indicado que "las víctimas vivían en condiciones infrahumanas, insalubres, hacinadas y en condiciones extremas de maltrato y explotación sexual". Varios cautivos han tenido que ser ingresados en hospitales con "evidentes grados de desnutrición y deshidratación, laceraciones e infecciones cutáneas y fracturas, entre otros padecimientos".

ENCERRADOS CON REJAS Y CANDADOS

La jornada de los esclavos laborales comenzaba a las ocho de la mañana y concluía a las doce de la noche, y solo descansaban alrededor de media hora cuando comían. Dormían en el suelo, en una habitación cerrada con rejas y candados, y cuando los sorprendían hablando o sin trabajar los castigaban con tres días sin alimentos y sin ir al baño.

Los liberados trabajaban en la elaboración de maquila de bolsas para centros comerciales y pinzas para ropa, cuyas ganancias se repartían entre los miembros de esta banda. Las investigaciones comenzaron tras una denuncia presentada por una víctima, que logró ser rescatada por su familia.

Este trabajador aseguró que fue capturado por la fuerza por varias personas cuando descargaba un camión en el Mercado Central de la ciudad de México y lo metieron en una camioneta en la que había otras personas.