La policía mató ayer a tres manifestantes e hirió al menos a otros 50 cerca de Katmandú (Nepal), hacia donde marchaban, desobedeciendo el toque de queda impuesto por el rey Gyanendra, para exigir el restablecimiento de la democracia en el país. En el oeste, las fuerzas de seguridad hirieron a 26 personas.

La manifestación de Katmandú había sido prohibida por las autoridades, que habían amenazado con disparar a los participantes. Ya son 16 los manifestantes muertos en las dos semanas de protestas contra Gyanendra. Los partidos han adelantado que no pondrán fin a las movilizaciones hasta conseguir la vuelta de la democracia.

Nepal está inmerso en la excepcionalidad, con huelgas que dificultan el abastecimiento, a las que el Gobierno responde con toques de queda. Los combates entre Ejército y guerrilla han causado decenas de muertos.

La crisis empezó el pasado año, cuando Gyanendra disolvió el Parlamento para monopolizar el poder. Contra él están los siete partidos políticos, la guerrilla maoísta, las organizaciones internacionales y su pueblo.