Los expertos en sustancias biológicas, químicas y nucleares de la Policía británica no han encontrado materiales peligrosos en la casa de Boris Berezovski, el magnate ruso hallado muerto el sábado.

Un portavoz de la policía del Valle del Támesis, a las afueras de Londres, señaló, no obstante, que continúa la investigación para determinar la muerte del empresario, que vivía en el Reino Unido desde el año 2000 y era un crítico del presidente ruso, Vladímir Putin. El cuerpo de Berezovski fue hallado el sábado en la bañera de su casa en la localidad de Ascot, a las afueras de Londres, por uno de sus guardaespaldas.

Según las fuerzas del orden, expertos de la Policía registraron la vivienda como medida de precaución para determinar si había en ella materiales químicos o radiactivos, pero no encontraron nada.

Por el momento se desconocen las causas de la muerte del empresario, calificada por la Policía de "inexplicable", pero la prensa señala que el fallecido estaba muy deprimido ya que había acumulado cuantiosas deudas.

Problemas con Putin

El oligarca, muy conocido en el Reino Unido, había emigrado al Reino Unido en el 2000 a raíz de sus problemas con la Rusia de Putin y había tenido un enfrentamiento empresarial con el dueño del club inglés Chelsea, el también ruso Roman Abramóvich.

En el 2012, Berezovsky, que iba a todas partes con guardaespaldas, había perdido una batalla legal multimillonaria contra Abramóvich por considerar que este le había intimidado a vender acciones en la petrolera rusa Sibneft por una "fracción" de su valor real. Sin embargo, las acusaciones del oligarca ruso fueron rechazadas por el Tribunal comercial de Londres.

Tanto Berezovsky como Abramóvich consiguieron acumular cuantiosas fortunas en la Rusia de Borís Yeltsin. El magnate ruso, matemático en la era soviética y amigo de la familia de Yeltsin, había iniciado su carrera empresarial con un concesionario de coches, pero después, con la llegada de Putin al poder, huyó a varios países y se estableció en el Reino Unido.