La policía antidisturbios disolvió ayer con mano dura la Marcha de los Disidentes, organizada en Moscú por la oposición democrática al presidente ruso, Vladimir Putin, y detuvo a Gari Kaspárov, excampeón mundial de ajedrez y líder del opositor Frente Cívico Unido, junto a otros 200 manifestantes. Kasparov fue puesto en libertad horas después tras pagar 1.000 rublos (29 euros) de multa.

Las autoridades movilizaron a más de 9.000 policías de varias regiones rusas para impedir que los activistas, que protestaban contra el retroceso de las reformas democráticas bajo la presidencia de Putin, desfilaran por la capital. El ayuntamiento solo les autorizó a congregarse en la céntrica plaza Turguenievskaia. Los agentes, vestidos al amenazante estilo de Terminator, cercaron una gran parte del centro. Pese a este despliegue sin precedentes, unos 2.000 activistas lograron dirigirse en una columna desde la plaza Pushkinskaia a la zona autorizada.

La detención de Kaspárov se produjo poco después de iniciarse la marcha. "Los antidisturbios atacan a mansalva a los ciudadanos. La ciudad prácticamente se encuentra en estado de sitio", dijo antes de su detención.