Roh Moo-hyun, líder de la fuerza progresista Uri (Nuestro Partido), iba a contrapelo en la elitista política surcoreana. Hijo de un criador de pollos y admirador de Abraham Lincoln, fue un hombre hecho a sí mismo, un autodidacta que se sacó la carrera de Derecho en la universidad nocturna. Desde su bufete defendió los derechos humanos y se introdujo en el activismo, lo que le valió tres semanas de cárcel. Ganó contra pronóstico las elecciones del 2002 agitando el sentimiento antiamericano y buscando el apoyo de esos profesionales que habían luchado en los movimientos democráticos en la década de los 80.

Durante su Gobierno, Corea del Sur fue la décima potencia económica mundial. Sus detractores le achacan su política perjudicial para la agricultura nacional. Antes del escándalo de corrupción, Roh Moohyun vivía un tranquilo retiro en su pueblo.