Los electores no han perdonado a Shinzo Abe su lentitud al afrontar la crisis de las pensiones, tras conocerse que 50 millones de registros "desaparecieron". El primer ministro se enfrentó a Corea del Norte por el secuestro de japoneses hace unos 40 años y protagonizó una polémica con China por su revisión de los conflictos históricos, pese a haber nacido tras la segunda guerra mundial.