La guerra de Irak ha dejado bastante tocada la construcción europea. Políticos, académicos e intelectuales europeos se reunieron ayer convocados por el Centro de Información y Documentación de Barcelona (CIDOB) para hablar del papel de Europa en la seguridad global.

Narcís Serra, presidente de la Fundación CIDOB, aseguró que la división de Europa no es una consecuencia del ataque contra Irak sino un prerrequisito. "Los neoconservadores de la Administración Bush creen que una Europa unida nunca servirá a los intereses de EEUU". Aseguró que hablar del unilateralismo de EEUU no da una visión completa. En su opinión, los neocons quieren crear desde el Pentágono un nuevo orden mundial basado en la fuerza militar. Recordó a Clausewitz, el teórico de la guerra, para recordar que los políticos deben controlar la guerra. "Si la actual administración sigue, el proyecto de una Europa unida será difícil", dijo, pero añadió que no sería real culpar a Washington de todos los problemas europeos.

ABISMO Para David Held, profesor de la London School of Economics, el 11-S ha creado un abismo entre los intereses norteamericanos y los derechos humanos. La potencia de EEUU ha perdido de vista lo conseguido después de la segunda guerra mundial, en el posholocausto. "Europa debe consolidarse para crear la capacidad de actuar dentro y fuera, y de lo que se trata no es de desafiar a EEUU, sino de desafiar a Europa".

Javier Solana, Alto Representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad Común, dijo que Europa puede ser un actor global y pidió más medios militares, pero aseguró que muchas cuestiones de estrategia global no se solucionan con las armas. Puso el ejemplo de las armas de destrucción masiva y recordó que en los casos de Libia e Irán esta cuestión se ha resuelto mediante la diplomacia. Solana también destacó "la obligación que tiene la UE de garantizar la estabilidad con nuestros vecinos, ya sean los del Mediterráneo, los Balcanes o Ucrania".

IDENTIDAD Buena parte del debate se centró en la identidad europea. Según Giuliano Amato, vicepresidente de la Convención Europea, "la necesitamos porque si queremos jugar un papel en el mundo, necesitamos políticas comunes que vayan más allá de un mercado común". Amato destacó una diferencia importante con EEUU: "Somos más universales. En Europa no podría haber un guantánamo. Nosotros entendemos la ley internacional como la expresión de una ley superior". Para el filósofo Jürgen Habermas, la identidad europea pasa por la conservación de la memoria histórica que permite construir la democracia.

Michel Rocard, exprimer ministro francés y ahora europarlamentario, criticó la "tradicional arrogancia de Francia con sus vecinos", y se manifestó poco optimista sobre la consecución de la identidad europea.